Prevenir es mejor que curar
En su acepción más amplia, la palabra higiene se refiere a medidas preventivas. Por un lado, se trata de medidas orientadas a prevenir las enfermedades y, por otro lado, se refiere a mantener el bienestar y el estado físico de los animales en un nivel adecuado. Estas medidas preventivas se ponen en práctica en las fincas ganaderas mediante protocolos. Un abordaje con base en protocolos significa que todos actúan de la misma forma, con lo cual se reduce al mínimo posible el riesgo de contaminación. Al final, ciertamente, prevenir es mejor que curar.
Trabajo con base en protocolos
Con el objetivo de proteger a los terneros de los agentes patógenos, nosotros trabajamos para mantener el mejor nivel posible de higiene. En el caso de la cría de terneros, hemos desarrollado una serie de protocolos para mantener el nivel de contaminación de la finca lo más bajo posible. Cada ternero tiene su propio balde de destete durante todo el tiempo que el animal permanece en el ‘iglú’. Una vez que el animal sale del ‘iglú’, el balde de destete se lava con agua y desinfectante, y se deja para secar durante varios días.
En el área de la finca también está prohibido el acceso a los comerciantes de ganado. Los terneros que no permanecen en la finca se separan en un ‘iglú’ específico, localizado cerca de la ruta de salida, para que puedan ser retirados por el comprador en la fecha señalada.
Sin embargo, es necesario considerar otras situaciones. Por ejemplo, cuando usted entra en el corral de terneros y pisa en la rejilla del comedero, usted acaba de pisar con sus botas llenas de estiércol y contaminadas sobre el alimento que los animales van a consumir. En nuestra finca tratamos de nunca pisar sobre la rejilla donde haya alimento en el piso. También hemos creado un área en cada corral para limpiar las botas y así reducir el riesgo de contaminación cruzada.
¡Son apenas algunos pequeños ajustes que pueden hacer una gran diferencia!